Friday, November 17, 2006

Sin explicaciones

Esa inexplicable sensación de melancolía que por ahí sea producto del día feo o del hecho que no estís acá. Y sí, te extraño. Hay gente a la que la lluvia la hace feliz, hay otros a los que nos pone tristes. Me remite al llanto, a las noches depresivas y a cuando nada te sale bien. A la música lenta y a la certeza que una vez más estoy sola.
Que quiero que estés conmigo.
Que estas a años luz de mí, a miles de siglos de lo que era antes.
Que todo cambió y nada cambió.
Que ya no es lo mismo aunque pretendamos que sí.
Que no te puedo importar ni siquiera un poco menos.
Que mientras me parto la cabeza pensando en vos, la lluvia te esquiva y ni la sentís.
Porque el frío hace que tenga ganas de abrazarte, y me recuerda que nunca tuve mi beso empapándome, empapándote.
Porque es viernes y debería estar feliz de que por fin el fin de semana llegó, y no lo estoy porque sé que no te voy a ver. Ni éste ni el siguiente.
Porque ya me duele la cabeza de pensarte, de tratar de acordarme de tu cara y de tu olor.
Porque necesito de algún remedio que me cure esta nostalgia.
Porque no existe.
Porque acá abandono todo. Todo todo.
Porque no hay explicaciones para nada de lo que me pasa.
Porque simplemente me ponés triste.
Y si no sos lo suficientemente macho como para bancártelo, tu problema.