feliz

Todo está tranquilo. Todo está bien.
El tiempo parece estancado y tengo la sensación que hace días que no duermo, no descanso, no paro de pensar.
Pero una vez más las cosas volvieron a su orden normal y puedo asegurar que van a seguir así por un tiempo.
Porque hay tantos motivos por los cuales estar contenta, que no veo por qué habría de entristecerme o maldecir mi suerte.
Sí, lógico que todos tenemos días buenos y días malos, pero lo importante es encontrar un equilibrio en ese desequilibrio, una estabilidad en el barco a punto de darse vuelta.
No quiero que parezca que mi vida es una mierda y estoy constantemente deprimida. Es sólo que como dije hoy el arte surge de la infelicidad y yo escribo cuando algo no está funcionando, pero esas ocasiones son ínfimas al lado de todos los días en los que la vida me sonríe.
Sólo una mínima aclaración para no dejar un gusto amargo en los que me leen, sintiendo que no me reconocen en esa persona melancólica y triste.
Sí, soy multifacética y cambiante, pero más que nada soy feliz.
Y despúes de todo, eso es lo que realmente importa.