Thursday, April 26, 2007

tango


Con un nudo en la panza y las medias corridas. Con unos zapatos que me aprietan y muchas ganas de estar en casa. Pero muchas, muchas, muchas más de estar acá con vos.

Porque aunque odie bailar tango, y no sepa disimular el ardor en mi cara, me encanta que me agarres de la cintura, que me mires bajo el ala de tu sombrero y que me digas "Nena, la noche es nuestra" con tu voz grave y tu cuello henchido de orgullo.

Y sobre todo porque me fascina pensar que es cierto. Que hoy, nada ni nadie nos va a parar.

Porque a fin de cuentas... ¿Qué importa del después? Toda mi vida es el ayer, que me detiene en el pasado.