Wednesday, May 2, 2007

parapente


Como un parapentista que se arriesga y salta a pesar de saber que su equilibrio es precario, que es tan inestable como una pluma y que una mínima ráfaga de viento puede hacerlo estrellar y caer a la velocidad de la luz.

Pero que sabe también fundirse con el aire, mezclarse entre los pájaros, olvidarse por un minuto de pensar y disfrutar con los sentidos alerta de la tierra en miniatura, del mundo como si fuera un Play Mobile, de las montañas, el río, los autos y la gente unidos en una mirada.

Así me siento. Así quiero estar.

Lo único que espero es que la caída no sea abrupta, que no me estrelle cuando ponga los pies sobre la tierra, ni me olvide de cómo volar.