Tiendo a dividir el mundo en dos, no sé si por inercia o por matemática. De más está decir que no son compatibles.
Los que apilan los vasos y los que agarran uno con cada dedo.
Gancia y Fernet.
Los que se atan los cordones y los que se los meten adentro de la zapatilla.
Tetas y culos.
Románticos y cínicos.
Converse y John Foos.
MTV y Muchmusic.
Los/as que prefieren rubios/as y los que les atren los/as morochos/as.
Cera y Gillette.
Bic negra y bic azul.
Rugby y fútbol.
Los que piden el celular y los que piden el mail.
Los que generalizan y los que no.
Los dejo que adivinen en qué grupo estoy.
Tuesday, March 27, 2007
foro
No sé si por costumbre o necesidad, hoy te voy a dedicar unas líneas.
Hace mucho que no lo hago, la verdad que tuve otras cosas de qué escribir y no me acordé mucho de vos.
Y me da una mezcla de tristeza y alivio. Tristeza porque es otra cosa más en mi vida que se terminó, otro camino que fue cubierto por la maleza. Y alivio porque eso significa que no voy a sufrir más, que no voy a pensarte más (o casi, ¿porque qué estoy haciendo ahora, si no pensarte?) y que estoy técnicamente lista para otra cosa.
Digo técnicamente porque nunca se sabe. Si es lo que quiero, si realmente lo estoy.
Pero por ahora no te necesito, no te deseo, no te sueño.
No puedo decir que no te extrañe, que no te quiera, que no me alegre de que estés bien, pero Roma no fue construido en un día. Y los cimientos de mi arco de triunfo significan que estoy un paso más cerca de la victoria, de tu expulsión definitiva de mi foro.
Y eso ya es algo.
Sunday, March 25, 2007
símbolos
Cada uno de nosotros tiene símbolos ocultos, olores particulares, ingredientes característicos. Unos gramos de anís y unas gotas de esencia de canela.
Humedad, jabón suavizante y shampoo Dove.
Y nos sentimos atraídos a otra persona por instinto. Nuestros sentidos son los que, alertas, determinan qué persona va a ayudarnos a hacer un irresistible perfume.
Y así es como el mundo va llenándose de aromas, de esencias y de mezclas de símbolos misteriosos y desconocidos.
Ahí reside la expresión "de gustos no hay nada escrito" ... Y yo digo, ¡menos mal!
Si todos tuviéramos el mismo olor, el mundo sería una orgía.
Humedad, jabón suavizante y shampoo Dove.
Y nos sentimos atraídos a otra persona por instinto. Nuestros sentidos son los que, alertas, determinan qué persona va a ayudarnos a hacer un irresistible perfume.
Y así es como el mundo va llenándose de aromas, de esencias y de mezclas de símbolos misteriosos y desconocidos.
Ahí reside la expresión "de gustos no hay nada escrito" ... Y yo digo, ¡menos mal!
Si todos tuviéramos el mismo olor, el mundo sería una orgía.
Wednesday, March 21, 2007
breve historia
Se tropezaron. Y no por casualidad. No, ellos no eran del estilo estereotipado.
Se podría decir que chocaron, que ella lo miró y decidió que iba a estrellarse en contra de él y conseguir su mail, quizá incluso su teléfono. Le echó una buena mirada a sus bíceps y le gustó lo que vio.
Se abalanzó sin disimulo alguno y se sobresaltó al descubrir que no se sentía raro sino de alguna manera familiar, como si ya hubiera estado en sus brazos antes.
Y todo salió como previsto. ¡Los hombres pueden ser tan predecibles! Consiguió hasta una invitación para ir a tomar un café. Sabía que sería fácil, pero no se imaginaba que tanto. O estaba muy necesitado o realmente le interesaba.
Y sabía que lo más probable es que fuera la primera opción.
Pero ya estaba ahí. No había vuelta atrás y lo más inteligente era sacarle provecho a la situación, llevarse de arriba unas medialunas con un licuado y tirar hasta la noche.
A veces la gente toma decisiones que no sabe adónde lo van a llevar, simplemente porque es lo completamente opuesto a lo que normalmente eligiría. Porque necesita un cambio, un arriesgue, jugarse por algo que lo saque de su inevitable rutina y lo ponga sobre sus talones de vuelta. O porque simplemente tiene ganas de pensar poco. O no pensar.
El punto es que salió con él, y entre tostado y tostado descubrió que era un engreído, un desesperado y metrosexual. Después de una noche juntos (por estricta obligación de compra), le agradeció muy correcta y le pidió de vuelta disculpas por haberse chocado. Y siguió ruta. A otros caminos y otros hombres más interesantes, más narigones y con más carácter.
Ella estaba sola, él aburrido. No se reconocieron; el bótox había hecho mucho para cambiarla y la barba candado y el pelo blanco lo volvían irreconocible.
Tuvieron un affair de varios días (mientras duró el congreso) y aunque ella ya no estaba sola, él seguía aburrido. Es que la encontraba engreída, desesperada y sobre todo superficial.
Prometió llamarla y aunque nunca lo hizo, quizá vuelvan a encontrarse en unos años.
Dicen que la tercera...
Se podría decir que chocaron, que ella lo miró y decidió que iba a estrellarse en contra de él y conseguir su mail, quizá incluso su teléfono. Le echó una buena mirada a sus bíceps y le gustó lo que vio.
Se abalanzó sin disimulo alguno y se sobresaltó al descubrir que no se sentía raro sino de alguna manera familiar, como si ya hubiera estado en sus brazos antes.
Y todo salió como previsto. ¡Los hombres pueden ser tan predecibles! Consiguió hasta una invitación para ir a tomar un café. Sabía que sería fácil, pero no se imaginaba que tanto. O estaba muy necesitado o realmente le interesaba.
Y sabía que lo más probable es que fuera la primera opción.
Pero ya estaba ahí. No había vuelta atrás y lo más inteligente era sacarle provecho a la situación, llevarse de arriba unas medialunas con un licuado y tirar hasta la noche.
A veces la gente toma decisiones que no sabe adónde lo van a llevar, simplemente porque es lo completamente opuesto a lo que normalmente eligiría. Porque necesita un cambio, un arriesgue, jugarse por algo que lo saque de su inevitable rutina y lo ponga sobre sus talones de vuelta. O porque simplemente tiene ganas de pensar poco. O no pensar.
El punto es que salió con él, y entre tostado y tostado descubrió que era un engreído, un desesperado y metrosexual. Después de una noche juntos (por estricta obligación de compra), le agradeció muy correcta y le pidió de vuelta disculpas por haberse chocado. Y siguió ruta. A otros caminos y otros hombres más interesantes, más narigones y con más carácter.
Ella estaba sola, él aburrido. No se reconocieron; el bótox había hecho mucho para cambiarla y la barba candado y el pelo blanco lo volvían irreconocible.
Tuvieron un affair de varios días (mientras duró el congreso) y aunque ella ya no estaba sola, él seguía aburrido. Es que la encontraba engreída, desesperada y sobre todo superficial.
Prometió llamarla y aunque nunca lo hizo, quizá vuelvan a encontrarse en unos años.
Dicen que la tercera...
Friday, March 16, 2007
literatura
Ando con ganas de escribir muchas hipérboles juntas.
Y sí, a veces me agarran esos rayes.
Y no es mi culpa ser exagerada, es algo innato.
Algo inevitable. Algo característico mío.
¿Cómo ser hiperbólica sin cruzar el límite de lo cursi? ¿Cómo hablar del alma enceguecida sin sonar Shakespeareniense?
¿Y por qué tiene que importar todo eso?
Las palabras son literatura. No importa si es una línea de boludeces, sigue siendo literatura. Y encima original, innovadora.
Por eso voy a escribir lo que tenga ganas.
No quiero ahogarme en tu ternura sin ser víctima de mi imaginación. No quiero a nadie ni a nada. Sólo quiero paz interior, sin conmociones, sin barullo. Sólo quiero a mis hipérboles y metáforas y a mis palabras que chorrean cursilería y cliché.
Y sí, eso soy yo.
Una línea de literatura barata y muchos adjetivos que están de más.
Y sí, a veces me agarran esos rayes.
Y no es mi culpa ser exagerada, es algo innato.
Algo inevitable. Algo característico mío.
¿Cómo ser hiperbólica sin cruzar el límite de lo cursi? ¿Cómo hablar del alma enceguecida sin sonar Shakespeareniense?
¿Y por qué tiene que importar todo eso?
Las palabras son literatura. No importa si es una línea de boludeces, sigue siendo literatura. Y encima original, innovadora.
Por eso voy a escribir lo que tenga ganas.
No quiero ahogarme en tu ternura sin ser víctima de mi imaginación. No quiero a nadie ni a nada. Sólo quiero paz interior, sin conmociones, sin barullo. Sólo quiero a mis hipérboles y metáforas y a mis palabras que chorrean cursilería y cliché.
Y sí, eso soy yo.
Una línea de literatura barata y muchos adjetivos que están de más.
Wednesday, March 14, 2007
maldito
Martes otra vez. Maldito martes. Y maldita la obsesion de pensar en eso, en lo que paso, en lo que hay que olvidar. Porque si no nos olvidamos, van a volver a buscarnos.
Maldito martes y maldita memoria. Maldito el dia que me levante y fui a comprar caramelos, maldito el hombre que me acorralo en ese callejon.
Basta, basta, por favor no me hagas nada. Por favor por favor, te doy lo que quieras pero no me lastimes.
No me quiero acordar. Quiero cerrar los ojos y no acordarme mas.
Maldito, maldito. Me las vas a pagar.
Martes otra vez. Maldito, maldito martes.
Maldito martes y maldita memoria. Maldito el dia que me levante y fui a comprar caramelos, maldito el hombre que me acorralo en ese callejon.
Basta, basta, por favor no me hagas nada. Por favor por favor, te doy lo que quieras pero no me lastimes.
No me quiero acordar. Quiero cerrar los ojos y no acordarme mas.
Maldito, maldito. Me las vas a pagar.
Martes otra vez. Maldito, maldito martes.
Monday, March 12, 2007
creo que crecí
Creo que sin darme cuenta, de a poquito, distraída entre bombos y tambores, crecí.
Cambié. A la fuerza. A los empujones. A los golpes.
Y sí, ser torpe ayudó bastante. Me fui moldeando, abollando un poquito, arrugándome bastante.
Fui cambiando de forma de pensar, evolucionando cual Darwin y su teoría, con cada vez menos tablas en la pollera y más capacidad de reflexión.
Dejé un par de clavos sueltos, y aunque me faltan algunos tornillos creo haber, dentro de todo, superado bastante bien mi niñez. No guardo grandes traumas ni rencores, y por más que haya días en que me gustaría volver atrás y poder retozar entre las sábanas de mi cunita o mancharme toda con crayola de colores, creo estar lista para el mundo cuasi adulto.
Y aunque duela pensar que es algo que se cerró y que no va a haber más primeros días ni cartucheras con elásticos, que mi mamá no me va a hacer más trenzas ni pasarme el peine fino, por más que sea duro aceptar que ya no estoy en edad de usar mochila con rueditas y flores, y sobre todo por más que cueste acostumbrarme a la idea de que ya pasó, no puedo evitar pensar qué bueno que fue. Qué divertido y qué lindo. Qué feliz.
Cambié. A la fuerza. A los empujones. A los golpes.
Y sí, ser torpe ayudó bastante. Me fui moldeando, abollando un poquito, arrugándome bastante.
Fui cambiando de forma de pensar, evolucionando cual Darwin y su teoría, con cada vez menos tablas en la pollera y más capacidad de reflexión.
Dejé un par de clavos sueltos, y aunque me faltan algunos tornillos creo haber, dentro de todo, superado bastante bien mi niñez. No guardo grandes traumas ni rencores, y por más que haya días en que me gustaría volver atrás y poder retozar entre las sábanas de mi cunita o mancharme toda con crayola de colores, creo estar lista para el mundo cuasi adulto.
Y aunque duela pensar que es algo que se cerró y que no va a haber más primeros días ni cartucheras con elásticos, que mi mamá no me va a hacer más trenzas ni pasarme el peine fino, por más que sea duro aceptar que ya no estoy en edad de usar mochila con rueditas y flores, y sobre todo por más que cueste acostumbrarme a la idea de que ya pasó, no puedo evitar pensar qué bueno que fue. Qué divertido y qué lindo. Qué feliz.
Friday, March 9, 2007
Tuesday, March 6, 2007
Aqui te dejo
Vengo con mi valija llena de ilusiones.
Con un bagaje pesado de experiencias, con unos cuantos kilos de errores.
Tengo una mochila de preocupaciones y varias manijas de soporte.
Pero hoy, mientras arrastraba todo eso, me di cuenta de que la mano se me cansó de tanto arrastrar, los dedos se me acalambraron y la muñeca ya no me responde.
Es hora de que me deshaga de tanto peso y pueda andar mas liviana.
¿Qué puedo dejar atrás? ¿Qué puedo tirar?
Miro el contenido de mi carga y me cuesta elegir.
¿La intriga de lo que pueda pasar, la desazón de saberte perdido o la desilusión absurda e inevitable?
O todo.
Sí, abandonar todo a medio camino y seguir rumbo con la espalda libre y la conciencia tranquila. Sin contracturas ni dolores de cabeza. Sin tu omnipresencia.
Sin nada. Sin todo.
Sunday, March 4, 2007
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