Monday, April 28, 2008

Producto de ver tantas películas de amor y series baratas, me di cuenta que más que un trabajo reconocido, una casa plagada de cosas lindas, una biblioteca gigante con escalera corrediza y muebles de caoba, unos hijos rubios y llenos de barro, lo que más me costaría resignar sería la fantasía de tener un amor de esos que te emocionan, que siguen estando siempre sin importar las peleas o las metidas de cuernos en el medio, un amor puro y verdadero, un amor interminable, lleno de escaleras caracoles y dudas. Un amor que a pesar de todo eso, siga siendo amor.
Un amor que me siga dando ganas de amar.


Y conste que, paradójicamente, odio la palabra "amar"