Sunday, March 16, 2008

Es una sensación parecida a ese día que en tu familia hicieron waffles y los degustaste con aprensión, con ansiedad, pero ya no podés acordarte exactamente el sabor. Sabés que era algo delicioso, pero tus pupilas gustativas no pudieron guardar un recuerdo preciso. Solés comentar en voz alta "¡ese día, qué ricos esos waffles!" aunque la verdad es que ya no estás seguro de si lo eran o tu memoria lo transformó. A veces deseás volver el tiempo atrás para volver a comerlos, o te arrepentís de no haber congelado un pedazo para poder sacarte las dudas, pero luego te convencés de que eran simplemente dos waffles con dulce de leche, chocolate y helado de crema americana. Nada especial.

Admito que no puedo acordarme exactamente tu sabor, así que lo invento, lo dibujo, lo escribo. Espero que sepas perdonarme, pero ¡ese día, qué ricos esos besos!