Para escribir algo bueno hay que escribir miles de porquerias antes.
Con esa idea me consuelo cada vez que un texto no sale como lo planee.
Y creanme, pasa seguido.
Mas ultimamente.
Puede ser que haya perdido mi muso en la punta de la Tour Eiffel, y tengo miedo que hasta que no aparezca uno nuevo no pueda escribir nada decente.
Y mientras se me parte la cabeza pienso que por ahi no necesito un muso para escribir. Necesito una aspirina de imaginacion, un analgesico de ideas y un desinflamatorio de gramatica.
O quiza un clericot de confianza para animarme a postear lo que escribo.