Friday, June 15, 2007

Yo me bajo de este tren


No quiero escribir palabras cursis ni metáforas poéticas. No estoy mal, y creo que es mejor así. Pero me faltan ganas.

Estoy cansada de esforzarme tanto y no conseguir nada. Y a la larga pienso que mejor ni probar y dar todo. Mejor rendirse de entrada, mejor no esperar nada. No va acorde a mis principios ni a mi personalidad, pero puede que sea otra de las cosas que tenga que cambiar. Porque así, no funciona.

Ya fue. Se abrirá una puerta por algún lado, o quizá hasta una ventana. No es eso lo que me molesta, y preocupa, sino saber que, invariablemente, me equivoqué. Que es mi eterno retorno y que Nietzsche ya lo predijo hace tiempo: no es ni la primera ni la última vez que voy a pasar por lo mismo. Es desesperante, es frustrante y a la vez algo relajante. Porque total, sé que esto era inevitable y que no es un problema mío.

Y bueno. Una nueva era a la cual hay que ponerle buena cara. Y acá es donde no coincido: aprendí mucho y hay fragmentos que no volvería a hacer, que no van a repetirse hasta el hartazgo. Las situaciones no son siempre las mismas; quizá la esencia sí pero no los detalles, las conversaciones, la secuencia. Porque si lo fueran, yo sería una pelotuda y Nietzsche se puede ir bien a cagar con su teoría.