Hay vistas que son imponentes. No importa lo que estemos haciendo en ese momento, sea hablando por celular, llorando, o riendo, es obligado pararse a admirar ese monumento, ese paisaje, ese puentecito.
Porque hay cosas que nos quitan el aliento, nos paralizan y nos abren la boca.
¿Serás vos una de ésas?