Monday, January 29, 2007

.-.


No quiero escribir. No sé hacerlo. Quiero buscar y quemar todo lo que alguna vez produje y sé que no lo voy a hacer. Porque en el fondo estoy orgullosa. Soy la madre de cada uno de esos textos por más malos que sean, y no podría hacerlos desaparecer de mi vida. Me recuerdan quién soy y qué fue de mí este último tiempo. Me conmemoran qué pienso, qué digo, qué hice. Son mi pasado, presente y futuro. Son producto mío y si al mundo no le gustan, mala suerte.

Tengo que reconocerlos y darles mi apellido, otorgarles un vivienda digna, asegurarme de que gocen de buena salud y, cuando salen bien, presentarlos en sociedad.