Sunday, February 10, 2008

He vuelto

Supongo que no puedo escribir porque en el fondo no quiero analizarme, inspeccionarme, abrirme y mostrarme como soy en realidad, como estoy en realidad.
Y no porque me dé vergüenza, pudor o timidez, sino porque yo misma no quiero saber en lo que me convertí, en lo que crecí.
Quizá sea por eso que me duele tanto leer mis escritos viejos, que intento pintar con mi paleta de letras y comas cosas aisladas a mis propios sentimientos, y que todo lo que escribo me parece insulso, insípido, carente de cualquier tipo de condimento que lo haga parecer un poco más de lo que es.

Escribir siempre fue mi terapia, y no estoy muy segura de querer psicoanalizarme y descubrirme más loca de lo que estoy, más retorcida y enrevesada de lo que me creo.
A pesar de todo eso... es tiempo de arrancar un nuevo cuaderno, un nuevo estilo de escritura y dejar atrás el anterior, delicadamente guardado en algún cajón, a la espera de ser desempolvado algún día, cuando las marcas y costras casi se hayan desvanecido y el agua de mar me haya cicatrizado.
¿Por qué será que el hombre se acostumbra tan rápido a lo nuevo, y tarda tanto en desacostumbrarse, en dejar de acordarse, en dejar?